Domingo 01 de Junio de 2025

HISTORIAS DE AMOR Y TERROR EN LOS SETENTA: CHARLAS DE CINE MEXICANO

 

     Continúan las charlas gratuitas en cineteca nacional con Naufragio (1978), María de mi corazón (1979), La otra virginidad (1974) y Alucarda (1977).

     El diálogo entre espectadores aumenta y genera un ambiente colectivo de gusto por el cine mexicano

 

Inicia el mes de abril y continúa el ciclo de Charlas de Cine Mexicano: los otros directores de los años sesenta y setenta con Rafael Aviña, moderador y especialista en cine, quien cada martes nos comparte su pasión por las películas de estos años, las que considera que forman parte de la nueva época de oro del cine mexicano.

El cineasta Jaime Humberto Hermosillo se apodera de la pantalla con Naufragio (1978). Una cinta inspirada en El mañana de Joseph Conrad, toma lugar en Tlatelolco, uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad y que tiene sus apariciones estelares en filmaciones de estas décadas. El director nos invita al edificio Sonora, entrada 6 departamento 101 a conocer a Lety (María Rojo) y a Miguel Ángel (José Alonso) su nuevo deseo.

Se trata de una historia de fantasía poética, un santuario para el hijo creado por la madre; una historia de muchas risas y llena de detalle que cautivó al público, a la gran mayoría por primera vez. El diseño sonoro del filme es destacable, entre edificios, el metro y oficinas, la sala alcanza el mayor punto de inmersión setentera en el microcosmos de Tlatelolco.

Antes de dar paso a otros directores, otra cinta de Jaime Humberto Hermosillo atrapó y entristeció al público con la proyección de María de mi corazón (1979). Con la participación de Gabriel García Márquez en el guion estamos frente a una historia brutal capaz de romper muchos corazones. Al dar una breve introducción, Aviña invitó a los espectadores a que vieran la cinta completa, pero para sorpresa de muchos, algunos abandonaron la sala antes de presenciar el final, uno para nada feliz. Sin embargo, aun con los ánimos bajos, todos reconocieron que se trata de una gran obra que vale la pena ver en más de una ocasión.

 

Juan Manuel Torres vuelve al ciclo esta vez con La otra virginidad (1974) un filme que muestra lugares extintos del corazón de la Ciudad de México como el Cabaret Catacumbas, la cárcel de Lecumberri o el Cine Río para contarnos una historia de drama moderno. Encontramos emotividad e intelectualidad en las relaciones de los personajes; dos parejas que se enfrentan a la vida, al amor y a ellos mismos. “Que mayor soledad que la de vivir con un imbécil” dice Aviña hablando de los personajes masculinos que enfrentan las mujeres en este drama. Por más que uno lo intenta, de amor no se vive.

Entre los espectadores se prendió la chispa de hablar de lo que parecía imposible para esa época: hablar de sexualidad y el aborto de forma más o menos libre. Desde el título hasta el planeado y no ejecutado aborto de Eva, surgieron iniciativas de seguir hablando de estos temas en salas de cine, en charlas y con especialistas que puedan guiar un poco el directorio de películas con estas temáticas, pues existen y apenas están siendo redescubiertas 40 años después.

Para cerrar el mes con broche de oro la gente recibió con sala llena un clásico del terror gótico: Alucarda (1977). En un convento de mujeres huérfanas Alucarda y Justine protagonizan un caos de temas controversiales alrededor de la religión: sexualidad, satanismo, asesinato y otros recursos violentos que requieren bastante sangre falsa y muy roja. El moderador mencionó que en la producción hubo un error afortunado: en lugar de pedir 20 litros de sangre, pidieron 200 y usaron hasta la última gota en la filmación, lo que le da un toque gore y cómico por la abundancia de sangre a la mínima provocación.

Dirigida por Juan Lopez Moctezuma y con efectos de sonido realizados por Gonzalo Gavira, Alucarda es una cinta que se gana su lugar entre el cine de culto de terror. Una persona en la audiencia comentaba que se trata de “escenas que rompen esquemas en todo el escenario del cine”, y en palabras de Aviña, son películas que no debemos rechazar, sino explorarlas y ver qué nos cuentan.