Viernes 04 de Febrero de 2011

Cineteca Nacional presenta Una pared para Cecilia

Un día, andando por la calle, Cecilia, una sensible mujer que habita en Tijuana, es víctima de un connato de asalto por parte de un niño chicano de 10 años. El encuentro, que cambiará la vida de ambos en muchas sentidos, es explotado por el director Hugo Rodríguez (Nicotina, 2003) para llevar a cabo una intensa reflexión sobre la maternidad, la vida fronteriza y la búsqueda de sentido en un país que toma múltiples caminos.

Prácticamente desde sus inicios, el cine mexicano ha encontrado un importante espacio de reflexión en torno a la frontera norte y sus marcados contrastes, acercándose desde distintos enfoques al escenario poroso y mítico en que se ha convertido esta línea divisoria para la cultura popular nacional. La mezcla de sincretismo, violencia e imaginación emergida de un nuevo tejido de relaciones globales presente en el norte del país, da pie a una nueva situación fronteriza que es reflejada en un sin número de películas que, como la mexicana Una pared para Cecilia, hacen de la cultura híbrida un emotivo tema de análisis.

Siguiendo los parámetros de un cine de ficción repartido entre el drama argumental y la denuncia social contenida, Una pared para Cecilia, última cinta del director de origen argentino Hugo Rodríguez, aborda la complejidad de la  vida fronteriza a través de una historia poco común. En la caótica y multifacética Tijuana de nuestros días, Cecilia, una mujer de unos treinta años que proviene de una familia acomodada,  se resiste a la idea de formar un nido y vivir una vida convencional a pesar de los consejos de sus familiares y amigos cercanos. En lugar de eso, habita sola en un departamento donde lleva a cabo un irregular trabajo como artista plástica y escritora.

Un día, mientras deambula por la calle, Cecilia es víctima de un intento de asalto por parte de un niño chicano que le arrebata el bolso. En una de las primeras secuencias del filme, ella corre tras él y después de algún forcejeo, el chico pierde el conocimiento. Si bien agrio, este primer encuentro dará inicio a un bien conducido drama, a través del cual,  movida por un instinto maternal que antes ignoraba, Cecilia se hace cargo de cuidar al indefenso Rafael, el pequeño quien tras cruzar la frontera hacia México le es imposible regresar solo a los Estados Unidos.

A decir del director Hugo Rodríguez, quien hace más de una década estudió la carrera de cine en el Centro de Capacitación Cinematográfica y es conocido por haber dirigido un filme comercialmente exitoso como Nicotina en 2003, "la película no tendrá una vida comercial común, pues los costos de exhibición marcados por las distribuidoras son muy altos y no garantizan éxito alguno". En vez de una distribución convencional, la cinta, que ya ha sido estrenada en Distrital y en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara, podrá ser apreciada en el circuito de festivales antes de ser lanzada en DVD, formato que en opinión de Rodríguez, la  pondrá al alcance de un público más amplio.

Filmada en su totalidad en locaciones de Tijuana, Baja California con un presupuesto aproximado de siete millones de pesos, (monto por debajo de la media en producciones nacionales) Una pared para Cecilia, fue  llevada a cabo por Las Películas del Suricato, casa productora que gracias al apoyo del Fondo para la Producción Cinematográfica de Calidad (FOPROCINE), logró materializar el pequeño rodaje ─de apenas siete personas contando a los actores ─ que da vida a esta pieza independiente de cine nacional.

A partir de este viernes 4 de febrero, la película se estará exhibiendo en Cineteca Nacional, Cinemanía y Cine Lido.

Gustavo E. Ramírez

Cineteca Nacional