
Viernes 17 de Julio de 2009
Nosferatu al ritmo rockabilly de Los Gatos
La tarde del sábado 11 de julio la plaza de la Cineteca Nacional lucía completamente llena. Más de quinientas personas, en su mayoría jóvenes, hacían fila para entrar a la primera función del ciclo Bandas Sonoras: cine mudo a ritmo de rock, organizado por la Cineteca y la estación Interferencia7Diez del Instituto Mexicano de la Radio.
Mientras tanto, en el interior de la sala 3, los integrantes del grupo Los Gatos hacían las últimas pruebas de sonido y se preparaban para incorporar su ritmo rockabilly a las imágenes del filme silente Nosferatu, una sinfonía del horror (1922), obra maestra del Expresionismo alemán dirigida por F.W. Murnau.
Minutos después de las 7:00pm, y ante una sala literalmente atiborrada, Susana López Aranda, Directora de Difusión y Programación de la Cineteca, dio el banderazo de salida para el arranque del ciclo, no sin antes agradecer al IMER el apoyo brindado en la realización de este original e inédito proyecto.
Poco después, tras ser presentados por Miguel Solís, gerente de Interferencia7Diez, Los Gatos advirtieron en voz de Any, su baterista: "El rocanrol es irreverente por naturaleza, así que aflójense las corbatas y diviértanse durante la función." El público respondió con la primera carretada de aplausos de la noche.
Las luces de la sala se apagaron y el trío de encopetados se colocó a un costado del escenario, con los ojos clavados en la pantalla y con las manos listas para atacar sus instrumentos (contrabajo, guitarra eléctrica y batería). Tan pronto apareció la primera imagen del filme, Los Gatos iniciaron su interpretación rocanrolera -vacunada, como lo advirtieron, contra la solemnidad y los dogmas académicos- al tiempo que Nosferatu comenzó a transitar del drama a la comedia (un filme de horror de 1922 acompañado de rock & roll se transforma irremediablemente en una pieza cómica).
Musicalizar en vivo una película muda no es cosa sencilla, y menos si no se es especialista en la materia, pero Los Gatos salieron bien librados, o mejor dicho: cayeron bien parados. Si bien hubo momentos en los que de plano se descontrolaron y perdieron la sincronía, también es cierto que nos deleitaron con pasajes tan inspirados como memorables, que sin duda ya forman parte de la antología antisolemne de la exhibición fílmica en nuestro país.
Ver al obscuro conde Orlok en close up, con unas ojeras marca diablo y sediento de sangre humana, mientras Los Gatos interpretaban "Tus ojos" fue un contrapunto tan bien logrado que de inmediato arrebató carcajadas y aplausos del respetable. Y como éste, varios aciertos con sus respectivas ovaciones durante la hora y media que dura la película.
Al final de cuentas, lo importante es que los más de quinientos asistentes a esta inusual función, aunque con sus contadas excepciones, gozaron y se divirtieron de lo lindo, pero, sobre todo, vivieron una experiencia inédita, única e irrepetible, de esas que permanecen tatuadas para siempre en la memoria.
El ciclo Bandas Sonoras continúa los próximos sábados 18 y 25 de julio y 1 de agosto, con la participación de Alonso Arreola (El Chico de Chaplin), Alex Otaola (El hombre de la cámara, de Vertov) y Yokozuna (Metrópolis de Fritz Lang).
Roberto Garza Iturbide
Fotos: Saúl Reséndiz Domínguez
Cineteca Nacional
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