Jueves 15 de Febrero de 2018

El director de la Filmoteca de Catalunya abordó la identidad del cine catalán en la Cineteca Nacional

 

 

 

En un recorrido por los orígenes del cinematógrafo en Barcelona, las primeras cintas sonoras, las películas de la Guerra Civil y las producciones de nuevas generaciones, el director de la Filmoteca de Catalunya, Esteve Rimbau, abordó los signos de identidad, contextos culturales y acontecimientos históricos que han definido al cine de su nación en Una mirada sobre el cine catalán, conferencia que se llevó a cabo el 14 de febrero en la Sala 9 Juan Bustillo Oro de la Cineteca Nacional.

 

Esta actividad formó parte de Básicos de cine catalán, ciclo en donde se proyectarán 17 filmes icónicos de esta región, del 13 al 18 de febrero. La iniciativa fue planeada por el Festival Internacional de Cine en Guadalajara que, en su edición de este año, tendrá como invitado de honor a Cataluña.

 

"No es cualquier muestra de cine catalán la que presentamos. No son las películas más exitosas, pero son obras que, de un modo u otro, reflejan un recorrido histórico, una trayectoria de lo que es la especificidad de nuestro cine", comentó Rimbau.

 

El ciclo comenzó con la proyección de Vida en sombras (Llorenç Llobet Gràcia, 1948). "Insistí mucho en que fuera la película inaugural, ya que, a pesar de ser una obra desconocida, deja un gran impacto y es todo un descubrimiento fílmico", señaló el ponente. El programa va acompañado de películas como Apartado de correos 1001 (Julio Salvador, 1950), considerado uno de los filmes más emblemáticos del cine negro barcelonés; Pan negro (Pa negre, Agustí Villaronga, 2010), ganadora de nueve Premios Goya en 2011, entre otras.

 

También participan tres cortometrajes que dan testimonio al surgimiento del cine en Cataluña: El heredero de Casa Pruna (1904), de Segundo de Chomón; Barcelona en tranvía (1909), de Ricardo de Baños, y La secta de los misteriosos (1917), de Albert Marro. Los tres conforman el primero de cuatro programas de cortometrajes incluidos en la muestra.

 

"El trabajo de Chomón ha tardado años en ser reivindicado. Nuestra filmoteca lo considera una de sus especialidades porque desde hace mucho nos hemos dedicado a recuperar sus películas. Nuestra colección de este cineasta supera el centenar de títulos, lo hemos publicado en DVD, la sala principal de nuestra filmoteca lleva su nombre en homenaje a su figura. Es cierto que Chomón no es el gran pionero de los efectos especiales, indudablemente es Georges Méliès, pero su talento no se queda atrás", explicó.

 

Por otra parte, Rimbau recalcó cómo Los Tarantos (1963), de Francisco Rovira Beleta, fue una película moderna para su tiempo. La historia es una trasposición de Romeo y Julieta al mundo de los gitanos: "Retrata una Barcelona de la época a través de un musical donde la estrella no es un bailarín de jazz, sino una bailarina de flamenco: Carmen Amaya", comentó.

 

La Filmoteca de Catalunya es la institución pública responsable de la preservación y difusión del patrimonio cinematográfico de esta entidad, por ello, su director insistió en la responsabilidad de compartir estas historias.

 

"No tiene ningún sentido que las filmotecas nos convirtamos en cuevas de Alí Babá repletas de grandes tesoros, cuando estas joyas pueden tener una vida plena en la pantalla y con el público. Nuestra propuesta es que estas cintas recorran el mundo, que el espectador pueda descubrir en estas piezas que cuándo son vistas y situadas en su contexto pueden aportar grandes satisfacciones", concluyó.

 

LDR