Miércoles 27 de Febrero de 2019

El destino manifiesto plasmado en el western de Hollywood

 

 

El western, quizá el género predominante y más original de la Época de Oro del cine en Estados Unidos, fue el tema de debate en la penúltima sesión de Clásicos del cine de oro de Hollywood, que se llevó a cabo el miércoles 20 de febrero de 2019 en la sala 4 de la Cineteca Nacional.

 

El historiador David Maciel eligió la película Shane, el desconocido (Shane, 1953) de George Stevens, para conversar con el público sobre la importancia que tiene el género del oeste y cómo las historias de hombres blancos luchando contra villanos ajenos a la patria que violentamente se apoderan de sus tierras y sus mujeres enmarcan los ideales de los ciudadanos estadounidenses.

 

En Shane, el desconocido se cuenta la historia de una familia de Wyoming que saca adelante su rancho mientras un grupo de forajidos liderados por el vil Rufus Ryker (Emile Meyer) intenta despojar a los pobladores de sus tierras. Un misterioso pistolero llamado Shane (Alan Ladd) llega al pueblo para mediar los problemas, fascinando a todos por su entereza y noble valentía.

 

"¿Por qué el western es tan importante? ¿Qué es lo que lo hace tan emblemático?", preguntó David Maciel al público. "El género más popular de las historietas a inicios del siglo XX era el western; ya estaba en la cultura popular la idea de los vaqueros en el oeste. Estas ideas las pasaron al cine y el éxito ya estaba casi asegurado."

 

El historiador recordó al auditorio que uno de los primeros filmes silentes, hecho en 1903, fue El gran robo al tren (The Great Train Robbery), de Edwin S. Porter, iniciando la tradición hollywoodense de plasmar el destino manifiesto y la supremacía del hombre blanco, que continuó hasta alcanzar su máximo apogeo entre 1940 y 1950.

 

La naturaleza racista de Estados Unidos se veía impresa en escenarios donde la frase "el buen indio es el indio muerto" era el estandarte moral de los protagonistas. "Había villanos y eran los indios, que eran un obstáculo al progreso. Antes ellos eran los malos, los salvajes y terribles, a pesar de que la realidad era todo lo opuesto, los indígenas sólo se rebelaron cuando les quitaron todo, cuando hubo una política genocida que los libros han documentado, masacrando a más del 80% de la poblacion indigena porque no los veían asimilables", afirmó Maciel.

 

Esos capítulos oscuros de un género que enaltece la heroicidad fueron contrastados con películas que se apegan más al misticismo y a la psicología de los personajes y su entorno, como Shane, el desconocido, donde se abandona la idea de los indígenas como estorbo para centrarse en la ambigüedad moral de la civilización blanca, con el costo de quitar a una comunidad importante del celuloide.

 

"Shane tiene todas las características del individuo que triunfa contra los males, que tiene todos los valores, y hay conflictos que nunca los llaman 'conflictos de clase', porque eso sería comunismo o marxismo, pero esos conflictos serían de grupos, en este caso los rancheros contra los colonos", finalizó.

 

La última sesión del ciclo Clásicos del cine de oro de Hollywood se llevará a cabo el próximo miércoles 27 de febrero de 2019 a las 17:00 horas, donde se exhibirá Ben-Hur (1959), de William Wyler, cerrando con el género de épicas. La entrada será gratuita solicitando cortesías en taquilla 5.