• La directora habló acerca de las adversidades y los peligros que ha pasado a lo largo de su trayectoria como cineasta.  
• “Como cineastas, la idea era encontrar una forma de hablar de la realidad y evitar la censura” aseguró Holland 

En la recta final de las proyecciones de las películas de la directora polaca Agnieszka Holland que se llevaron a cabo en la cuarta edición de la Semana de Cine Polaco en la Cineteca Nacional, el pasado jueves 29 de mayo de 2025 la cineasta impartió la Master Class Los caminos de la creación de una cineasta polaca en busca de la libertad y la compasión, moderada por el Mtro. Juan Mora y con una traducción a cargo de Ela Chrzanowska.  

Esta clase, contó con la presencia de los alumnos del Centro de Capacitación Cinematográfica y la Facultad de Cine de México y con la presencia virtual del público en América Latina: la Universidad Central de Venezuela en Caracas (Venezuela), Cine Magaly en San José (Costa Rica), el Centro Cultural El Olivar de San Isidro en Lima (Perú) y el Colegio de la Frontera Sur en Tapachula y San Cristóbal de las Casas (Chiapas). 

La reciente galardonada con la Medalla Cineteca Nacional habló acerca de las diferentes adversidades a las que se tuvo que enfrentar para poder hacer cine en una época en donde los regímenes totalitaristas reinaban en gran parte de Europa. Así mismo, relató algunas de las experiencias personales que la marcaron e inspiraron para ser parte del llamado “cine de ansiedad moral”. Agnieszka, con un espíritu de rebeldía y solidaridad, pasó un tiempo en la prisión de Praga y con la ayuda de sus amigos cineastas Krzysztof Zanussi y Andrzej Wajda comenzó a hacer películas que reflejaban su realidad. “Como cineastas, la idea era encontrar una forma de hablar de la realidad y evitar la censura” aclaró la directora mientras recordaba los tiempos difíciles que tuvo que pasar junto con su familia.  

A través de un recorrido de algunas de sus películas más importantes, Holland, reflexionó e invitó a toda su audiencia a tener en mente no sólo los problemas políticos que marcaron a su época, sino también a lo que actualmente está sucediendo en el mundo. Entre un ambiente de guerras, odio, discriminación y las dificultades por las que pasan los migrantes “la humanidad está dividida entre los que tienen derechos humanos y los que no tienen” se lamentó Agnieszka tras explicar de dónde había surgido la idea y cómo había sido la realización de su última película Frontera Verde (2023) y recalcó su preferencia de películas de ficción con historias reales ante los documentales “creo que el cine documental no siempre puede retratar lo que el cine de ficción hace”.  

A lo largo de las preguntas que Agnieszka contestó, se hizo evidente que, para ella, la importancia de crear cine radica en lo que se transmite al espectador, en encontrar profundidad en los temas, en poder retratar sin censura lo que muchas veces duele, incomoda o preferimos no voltear a ver. Por esta razón, habló de las dificultades que tuvo mientras trabajó en su película El jardín secreto (1993), esto debido a las diferencias de visión que hay entre Hollywood y los realizadores de cine independiente.  

Durante la enriquecedora charla, Agnieszka reveló que recientemente ha estado trabajando en una nueva película. Aunque no se dijo mucha información se sabe que involucrará al escritor Franz Kafka y que fue grabada en Praga y Alemania.