Martes 29 de Abril de 2025
LAS HISTORIAS EN EL CINE DE ABYA YALA: INTRODUCCIÓN AL FEMINISMO DECOLONIAL
En el marco del 8 de marzo, el ciclo de charlas “Los feminismos en el cine: mujeres en resistencia” finaliza con la ponencia de Bianca Ashanti González Santos, crítica de cine que ha colaborado en revistas y blogs digitales como FilminLatino, FILME Magazine, Lumínicas, La Rabia Cine, Revista Icónica y Cineteca Nacional; quien nos presentó una forma diferente de ver el cine y el feminismo: la decolonialidad.
La ponente propone cuestionar todo lo que se nos ha dicho y enseñado desde un inicio, el conocimiento universal que nos rodea y el cine no se escapa. El objetivo de esto es reconocernos los unos a los otros desde la raíz, nuestros orígenes y la historia que nos lleva hasta este momento: la conquista, la ruptura de cientos de creencias, rituales y otros bienes simbólicos. Dejar a un lado las mismas historias de siempre y construir las nuestras para verlas en la pantalla grande.
Las dicotomías y los núcleos de poder generan y mantienen una línea gigantesca de división entre los humanos: la raza, el sexo, la clase, la orientación sexual y la geopolítica. Hay una inmensa cantidad de historias sin contar debido a esas divisiones, y en esta línea geopolítica llamada Abya Yala (o mejor conocida como Latinoamérica) quedamos visualmente exiliados e históricamente borrados.
Ashanti destaca el valor de la colectividad y la comunidad como la práctica del anticolonialismo, pues la colonialidad es un parásito que genera individualidad y segmentación. Por lo que, el feminismo decolonial es poderoso, se auto-cuestiona y se modifica constantemente, a través de la diversidad y dejar a un lado todo lo universal que no empata con las historias que se viven en estas partes del mundo, las que no se cuentan.
La ponente hizo la invitación a ver películas realizadas por personas políticamente activas y nos permiten sentir el cine; que nos atraviesen y visibilicen lo que somos, nuestras heridas y nuestra lucha. Un ejemplo es la cinta de La teta asustada (Claudia Llosa, Perú, 2009). Un largometraje con características documentales que habla de cómo crecen los hijos de las mujeres que fueron violadas en guerras; pues resulta que les transmiten su tristeza, rabia y coraje al amamantarlos; es la enfermedad de la teta asustada.
Fausta es el personaje principal, su madre acaba de fallecer y su manera de recordar es el canto. Su madre le cantaba la historia de su violación y rabia; ambas se las ha heredado a su hija. En esta cinta el canto es un bien simbólico gigantesco, el de la memoria, que más adelante una mujer blanca quiere pagar con una perla a Fausta, su sirvienta, para escucharla cantar.
El diálogo con los asistentes a la charla fue conmovedor y revoltoso; hay que hacer ruido, hacernos escuchar y construir nuestros movimientos que den paso a narrar nuestras historias, crear nuestro cine, más allá de Hollywood y la academia.