Domingo 03 de Agosto de 2025
UNA LECTURA CRÍTICA DE LA ADAPTACIÓN FÍLMICA DE LA OBRA DE ROSARIO CASTELLANOS: EL SECRETO DE ROMELIA (1988)
La película El secreto de Romelia (1988), dirigida por Busi Cortés, está basada en el relato El viudo Román (1964) de la escritora mexicana Rosario Castellanos. Durante la proyección, realizada en el marco del ciclo conmemorativo Rosario 100, la investigadora especializada Bianca Ashanti González ofreció un análisis detallado de la relación entre la obra literaria y su adaptación cinematográfica.
El texto original forma parte del compendio Los convidados de agosto (1964), que reúne cuatro relatos unidos por un mismo hilo: las posturas feministas de Castellanos. En ellos, la autora construye imágenes poéticas cargadas de discursos políticos, los cuales encuentran eco en el lenguaje audiovisual de la cinta.
Busi Cortés retoma la historia y propone un giro narrativo: transformar la novela policiaca de Castellanos en una película de realismo mágico, articulada a partir de una pregunta central: ¿qué hubiera pasado si Romelia quedaba embarazada de su primer encuentro con Román? De esta forma, la directora convierte los elementos de tensión y juego temporal del género policiaco en un relato donde se entrelazan recuerdos, visiones y fantasmas de un futuro posible: la muerte de Romelia.
En este proceso, Cortés potencia lo que la palabra escrita no siempre alcanza, ofreciendo una lectura distinta a la de la autora. Mientras que Castellanos se muestra rigurosa y justa con sus personajes femeninos, revelando tanto sus debilidades como su inteligencia y perseverancia, la película abre nuevas posibilidades narrativas para retratar a Romelia como una joven que busca aprender a vivir.
Durante su intervención, Ashanti subrayó que la cinta exige del público algo más que análisis racional: demanda emoción, susceptibilidad y capacidad de asombro. Recordó que la crítica cinematográfica suele excluir la emoción bajo el marco del positivismo patriarcal, que ha dictado formas rígidas de interpretar la realidad. Frente a ello, invitó a desarticular esas reglas y permitirnos sentir el cine, incluso cuando no lo comprendemos del todo, porque muchas veces lo que busca transmitir está precisamente en la emocionalidad.