Martes 15 de Octubre de 2013
Cineteca Nacional presenta el ciclo Eugene O’Neill
» El programa presenta cinco obras del dramaturgo estadounidense ganador del Premio Nobel de Literatura en 1936 llevadas a la pantalla grande.
» Las películas destacan por los trabajos de reconocidos cineastas como Clarence Brown o John Ford, así como actuaciones de Greta Garbo, Lee Marvin y John Wayne.
La Cineteca Nacional celebra con una retrospectiva fílmica a Eugene O'Neill, uno de los dramaturgos estadounidenses más importantes del siglo XX, a 125 años de su nacimiento. Ganador de cuatro premios Pulitzer y del Premio Nobel de Literatura en 1936, el ciclo está conformado por cinco filmes que muestran en la pantalla grande algunas de sus obras más importantes, las cuales serán exhibidas del miércoles 16 al domingo 20 de octubre a las 19:00 horas en la Sala 10, Luis Buñuel, de este recinto.
La cinta encargada de inaugurar este homenaje es Viaje de un largo día hacia la noche (Long Day's Journey Into Night, Estados Unidos, 1962), la obra cumbre del dramaturgo. Dirigida por Sidney Lumet, esta historia autobiográfica de O'Neill representa un día en la vida de una familia aquejada por diversas tensiones que llevan a sus personajes a sufrir destinos trágicos. Las actuaciones de Dean Stockwell, Jason Robards, Ralph Richardson y Katharine Hepburn fueron galardonadas por el Festival de Cine de Cannes en 1962.
En seguida se presenta Anna Christie (Estados Unidos, 1930) del director Clarence Brown, con un guión adaptado de Frances Marion. Nominada a tres premios Óscar en 1930, la cinta relata la historia de una prostituta europea -interpretada por Greta Garbo, en su primera película sonora- quien en la búsqueda de su padre en Estados Unidos conoce a un marinero del que se enamora. Con esta obra, O'Neill fue reconocido con un premio Pulltizer en 1922 luego de su estreno en el Teatro Vanderbilt de Broadway en 1921 donde llegó a las 177 representaciones.
Del mismo director se presenta Ah, Wilderness! (Estados Unidos, 1935), con un guión de Frances Goodrich y Albert Hackett, inspirados en la única comedia homónima escrita por O'Neill. La obra estrenada en 1933 en el Teatro Guild de Nueva York fue producida para cine por la Metro Goldwyn Mayer (MGM) en locaciones reales, en una época en la cual las filmaciones ocurrían casi siempre en estudio, con la finalidad de plasmar un mayor realismo en la historia que cuenta la vida de un pueblecito norteamericano a principios del siglo XX en el que se desarrolla la vida de un adolescente.
El ciclo continúa con una de las diez mejores películas de 1940 según el National Board of Review, Hombres intrépidos (The Long Voyage Home, Estados Unidos, 1940) de John Ford. La cinta estelarizada por John Wayne, retrata momentos difíciles para la tripulación de un carguero británico que transporta dinamita, quienes se enfrentan a las inclemencias del tiempo en el marco de la Primera Guerra Mundial. Ford logra representar la tensión de la obra de un solo acto de O'Neill con un sobresaliente reparto y la fotografía a cargo de Gregg Toland -el mismo fotógrafo de Ciudadano Kane (1941)-, producción nominada a seis premios de la Academia en 1941.
Finalmente se exhibe Viene el hielero (The Iceman Cometh, Estados Unidos, 1973), con un guión adaptado por Thomas Quinn Curtiss. En esta cinta donde el director John Frankenheimer respeta las cuatro horas de duración de la obra original, se representa la vida de unos alcohólicos que gustan reunirse en Greenwich Village para compartir sus soledades. Las actuaciones de Lee Marvin, Fredric March, Robert Ryan y Jeff Bridges logran completar un discurso donde se expresa el desencanto de la triunfal sociedad norteamericana, la pérdida de las ilusiones y la cercanía con la muerte.
En su trabajo, Eugene O'Neill plasmó la complejidad de las relaciones humanas y la mística, tema presente en su propia vida. Durante su infancia acompañaba a su padre, el reconocido actor irlandés James O'Neill, a los ensayos para más tarde comenzar sus estudios en diversas escuelas católicas. Ingresó a la Universidad de Princeton en 1906 en la que sólo duró un año. Luego de un tiempo emprendió una serie de viajes en barco. Tuvo varios empleos, incluyendo el de marinero, hasta regresar a Nueva York donde continuó trabajando hasta que fue diagnosticado con tuberculosis, enfermedad por la que estuvo seis meses internado en una clínica. Una vez recuperado comenzó a escribir teatro consolidando su trayectoria como dramaturgo con su obra Más allá del horizonte, por el cual obtuvo el primero de sus cuatro premios Pulitzer, y más tarde, en 1936, reconocido con el Premio Nobel de Literatura. Para la década de los cuarenta Eugene O'Neill fue diagnosticado con la enfermedad de Parkinson, lo que le imposibilitó a seguir escribiendo. El dramaturgo, considerado iniciador del teatro estadounidense moderno, murió el 27 de noviembre de 1953 en un hotel de Boston.
Cabe destacar que la programación de este ciclo estuvo a cargo del cineasta mexicano Jaime Humberto Hermosillo, quien recientemente fue galardonado con la Medalla Salvador Toscano 2012. Hermosillo ha expresado en múltiples ocasiones su interés por la labor de Eugene O'Neill y el trabajo que realizó Sidney Lumet en la cinta Viaje de un largo día hacia la noche, misma que lo inspiró para iniciar su propia carrera en el séptimo arte. Con este homenaje la Cineteca Nacional reconoce la labor del dramaturgo norteamericano, quien con más de cuarenta obras teatrales en su haber, muestra un espíritu atormentado y crítico de su momento, y ofrece una oportunidad única de acercarse a las historias que captaron la atención de reconocidos cineastas.
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