Jueves 26 de Marzo de 2009

Philippe Grandrieux en la Cineteca Nacional

El cineasta francés Philippe Grandrieux, tras haber asistido al Festival Internacional de Cine en Guadalajara, presentó el miércoles en la Cineteca Nacional, ante casi 200 espectadores, su tercera película: Un lago. Estrenada en el Festival Internacional de Cine de Venecia el año pasado, en esta cinta juegan un papel importante las manos, ya que para el cineasta son un modo de inspiración porque: "Están muy presentes en esta película. Mientras más filmaba y filmaba para mí las manos eran una manera fácilmente inspiradora".

Las influencias de Philippe Grandrieux para lograr un estilo particular no provienen solamente del cine; de cintas como Amanecer, de Murnau, o de películas de Dreyer, sino también tiene influencia de las artes plásticas, como algunas pinturas de El Greco o de Rembrandt, afirmó durante su visita.

Su filmografía ofrece la posibilidad de ver con detenimiento emociones, color y oscuridad: "La oscuridad para mí es muy importante, porque me interesa trabajar directamente con lo que se siente durante el sueño, con toda la materia onírica; cómo aparecen y desaparecen las figuras en los sueños. Lo que busco es una sensación directa en el público".

El ciclo dedicado al cineasta Philippe Grandrieux, que ofrece la Cineteca Nacional, es el primero que se realiza en Latinoamérica, y presenta los tres largometrajes del realizador: Sombra (1998), La nueva vida (2002) y Un lago (2008). Estas cintas podrán apreciarse hasta el 29 de marzo. El viernes 27, se proyectará por única ocasión el registro de su video-instalación L’Arrière Saison, a las 19:00 horas.