Martes 03 de Marzo de 2015

Charla sobre el trabajo de los grandes escenógrafos del cine nacional

 

 

Desde los albores del cine mexicano el oficio y arte de los diseñadores de escenografía jugó un papel crucial en la calidad de cada filme, pero a pesar de la transcendencia de su labor la obra de estos artistas muchas veces ha permanecido relegado entre las sombras de la historia de nuestro cine.

Con el objetivo de reconocer el importante legado de los escenógrafos mexicanos, la Maestra en Historia del Arte, Elisa Lozano, ha emprendido un trabajo de rescate de datos sobre este esencial oficio del cine en una investigación en desarrollo que lleva por título "Hacia la recuperación de una plástica perdida: escenógrafos y directores de arte del cine mexicano", con el respaldo del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca).

Como muestra de esta investigación y como parte del ciclo de conferencias sobre cine mexicano que coordina el Centro de Documentación de la Cineteca Nacional, Lozano ofreció este 2 de marzo la charla "Escenógrafos del periodo clásico del cine mexicano". La especialista abordó el destacado papel de los primeros personajes de la cinematografía nacional que comenzaron su trayectoria de escenógrafos en los años treinta y cuarenta.

La ponencia realizada en  la sala 4, Arcady Boytler, consistió en un recorrido histórico por la vida y el trabajo de los más destacados escenógrafos de la época del Cine de Oro mexicano entre los que se encuentran Fernando A. Rivero, Matías Santoyo, los hermanos Rodríguez Granada: Mariano, José y Ramón, Carlos Toussaint y Jorge Fernández.

Lozano presentó una muestra de material fotográfico, parte del acervo que ha ido obteniendo de archivos de todo tipo e incluso directamente de las familias de estos personajes. Fotografías de set y del proceso de su construcción, bocetos de escenografías, imágenes de planos y maquetas ilustraron el estilo, proceso creativo y diversas formas de producción de cada uno de estos creadores.

De acuerdo con la investigadora, el oficio de escenografista, que en la actualidad es llamado dirección de arte o diseño de producción, en nuestro país tuvo como primer protagonista a Fernando A. Rivero, "padre de la escenografía mexicana", cuando éste diseñó los sets y ambientaciones de la película Santa (Antonio Moreno, 1932).

Fernando A. Rivero participó en un cine preindustrial, que aún no seguía por completo los esquemas del cine norteamericano y que no tenía bien especificadas las labores de cada trabajador en un filme. Su trabajo, sin embargo, fue uno de los más destacados del cine nacional, creando la destacada escenografía de filmes como Don Juan Tenorio (René Cardona, 1937); La Paloma (Miguel Contreras Torres, 1937); Cuna Vacía (Miguel Zacarías, 1937); y Noches de Gloria (Rolando Aguilar, 1937), entre muchas otras.

Un importante aspecto que Lozano destacó acerca de esta primera generación de escenógrafos mexicanos, que también incluye algunos extranjeros exiliados, es el de su transición entre los periodos del cine nacional. Todos ellos consolidaron su carrera trabajando en películas de enorme transcendencia bajo la dirección de destacados directores y cinefotógrafos, los más memorables de cine nacional.

Sin embargo, muchos de estos artistas de la escenografía, tras el final de la época de la época dorada, trabajaron posteriormente en películas hasta los años sesenta o setenta, en producciones que hoy son consideradas de menor calidad.

Pocos de estos personajes, según la Maestra Lozano, tuvieron la fortuna de culminar su carrera de escenógrafos en filmes de la misma calidad que las que iniciaron su carrera. Uno de estos afortunados casos fue el del catalán radicado en México Manuel Fontanals que comenzó su destacada trayectoria con la película María (Chano Urueta, 1938). Tras participar en producciones que él mismo consideraba "menores" durante los años sesenta y setenta, pudo culminar su carrera creando los impresionantes sets y escenografías del laureado filme El castillo de la pureza (Arturo Ripstein, 1972).

Al finalizar su ponencia, y tras escuchar los comentarios y cuestionamientos del público asistente, Elisa Lozano presentó la proyección del filme En la Palma de tu mano (Roberto Gavaldón, 1950), que de acuerdo a la investigadora es un ejemplo del gran trabajo de otro exiliado español, el valenciano Francisco Marco Chilet.

Continuando con el ciclo de conferencias sobre cine mexicano, programado para el primer semestre de 2015, la siguiente conferencia "La rumba de puerto" será presentada por la Doctora Gabriela Pulido Llano. Como parte de la ponencia se proyectará la película Konga roja (Alejandro Galindo, 1943).