Miércoles 24 de Mayo de 2017

Se inauguró un ciclo de cine latinoamericano que hace un llamado a la persistencia de la memoria colectiva

 

 

 

Con la intención de recordar los vestigios de la barbarie perpetrada por los regímenes dictatoriales durante los años setenta y ochenta en el Cono Sur de América, la Cineteca Nacional recibe en sus salas el ciclo El Plan Cóndor, cine para no olvidar. Durante la presentación de este evento se hizo evidente, con emotividad y convicción, el inagotable poder que posee el séptimo arte en la lucha contra el olvido y la impunidad.

Gracias al esfuerzo del Encuentro de Documentalistas Latinoamericanos y del Caribe, en conjunto con otras organizaciones, como la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano y la Red en Defensa de la Humanidad EDH Cuba, este ciclo ha recorrido diversas regiones de América Latina con el propósito de generar en el público una profunda reflexión en torno a las desapariciones forzadas y los asesinatos de civiles que, hasta la fecha, permanecen impunes.

La inauguración de esta muestra se realizó en la Sala 8 Ismael Rodríguez de la Cineteca Nacional el martes 23 de mayo. En la mesa redonda estuvieron presentes Saudhi Batalla, investigadora del CONACYT y productora audiovisual; Óscar Menéndez, cineasta y académico del CUEC; Silvia Dutrénit, Doctora en Estudios Latinoamericanos; Nerio Barberis, diseñador sonoro y miembro activo de la AMACC; Shula Erenberg, documentalista; y José Perero, miembro de la Asociación de Documentalistas Mexicanos y coordinador del ciclo.

"Es nuestra función social como cineastas testimoniar y difundir aquellos hechos que se han vuelto invisibles", aseguró Saudhi Batalla al hablar sobre el papel significativo del cine en el ejercicio de rememorar y reconstruir los sucesos históricos y sociales del pasado. En ese sentido, Nerio Barberis agregó que "no hay nada más peligroso que mirar al pasado sin anclarlo al presente: la memoria es un factor fundamental para construirlo".

Por su parte, Silvia Dutrénit pormenorizó las circunstancias en torno al surgimiento del Plan Cóndor, estructura de control ideada por los gobiernos represivos de América Latina en alianza con Estados Unidos durante la Guerra Fría. Asimismo, afirmó que "historiar el impacto de este pacto represivo no ha sido sencillo en lo absoluto, ya que la base de esta reconstrucción es el testimonio de las víctimas: rememorar el pasado es doloroso".

Al hablar acerca del cine como parte de la memoria colectiva, Shula Erenberg comentó que éste "nos ayuda a clarificar estas situaciones y sobre todo a no olvidar el pasado". También hizo mención de algunos cineastas que fueron víctimas de las desapariciones forzadas y asesinatos no esclarecidos, como fue el caso de los directores argentinos Raymundo Gleyzer (México, la revolución congelada; 1970) y Jorge 'El tigre' Cedrón (Operación masacre, 1973).

En el evento se evidenció la semejanza entre la espina dorsal del ciclo y la desoladora situación que atraviesa México en la actualidad. De igual manera, se abordó otro capítulo trágico en la historia de América Latina: la matanza en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco en México. En este acontecimiento profundizó Menéndez al haber experimentado en carne propia el movimiento civil de 1968 y durante el cual registró los eventos que incluyeron la masacre de mujeres, niños, estudiantes y civiles el 2 de octubre del mismo año.    

Barberis invitó al público a asistir al ciclo, el cual "es excepcional por ser de carácter testimonial, pues ayuda a la recuperación de la memoria, y se construyó con el trabajo de cineastas comprometidos con su tiempo". Para concluir, Batalla señaló que "la intención de esta muestra es vislumbrar nuestra propia historia".

Al término de la mesa redonda se proyectó la primera de las diez películas que conforman el ciclo: De vida y de muerte, testimonios de la Operación Cóndor (Pedro Chaskel, 2015), la cual examina, a través del testimonio de las víctimas, los llamados "Archivos del terror", propios de la dictadura de Alfredo Stroessner en Paraguay y en los cuales se encuentra información fundamental sobre el intercambio y el traslado de presos políticos, espionaje y control de actividades civiles.

Los siguientes filmes del ciclo exploran la misma temática a través de distintas ópticas y orígenes, pues son producciones provenientes de Argentina, Uruguay, Francia y Brasil. La exhibición de estos largometrajes documentales será en la Sala 8 Ismael Rodríguez y se proyectarán hasta el 1 de junio.

AGO

 

AUDIO: SAUDHI BATALLA