Martes 18 de Septiembre de 2018

Cineteca Nacional Entrevista a Martín Boulocq y a Andrea Camponovo

 

El área de prensa de Cineteca Nacional conversó con Martín Boulocq, director de cine boliviano, y Andrea Camponovo, actriz, sobre su largometraje Eugenia (2017), una historia de búsqueda personal en donde la protagonista abandona a su esposo para empezar su vida de nuevo y termina involucrada en una película, en donde interpreta a Tamara Bunke (conocida como Tania): la legendaria espía y guerrillera comunista que operó con el "Che" Guevara en Bolivia.

La película se estrenará en la Cineteca Nacional el 21 de septiembre.

                                                                

¿Les parece que Eugenia es una película rebelde?

Andrea Camponovo: Para mí sí es una película rebelde, no sólo por lo que plantea, sino por cómo ha sido filmada. En Bolivia no tenemos una ley de cine, no hay una industria, entonces hemos encontrado -no sólo nosotros, sino también otros directores- las formas de poder hacer cine de una forma colaborativa, con mucho argumento y con una mirada bien clara.

Martín Boulocq: Un poco al margen de las políticas de la dependencia del Estado.

 

¿Las condiciones de la industria en Bolivia determinaron la forma de la película?

MB: Sí, es una mezcla. Es decir, las condiciones y la falta de recursos han condicionado de alguna forma ese tipo de rodaje y ese tipo de acercamiento a hacerla. Por otro lado, también tiene que ver con formas personales y ritmos personales de cómo me gusta trabajar: con grupos pequeños y sin las presiones que suelen haber en los rodajes demasiado comprimidos. Entonces creo que es una mezcla de condiciones y de una forma también muy personal de acercarme al cine.

 

¿Cómo llegó la idea de hablar de esta mujer que quiere ser libre y vivir para sí misma?

MB: En un principio, la verdad es que yo pensé el personaje, pero no tenía en mente el aspecto de género. Simplemente lo pensé como un personaje que estaba en crisis y que necesitaba atravesar ciertas experiencias para intentar superarla. Después, ya cuando empezamos a filmarla y a tener muchas charlas con Andrea, y a medida que íbamos haciéndola, me di cuenta de que la cosa iba más por ese lado. De partir de una cosa más existencial, más íntima, más interior, se va abriendo a una cosa un poquito más social.

 

¿Y cómo desarrollaron al personaje?

MB: Digamos que yo vengo con unas ideas que quería explorar: el universo femenino, había leído recién un libro sobre la Tania y también me interesaba mucho salir a filmar a la ciudad. Creo que éstos y otros componentes fueron un punto de partida y de ahí, conversando mucho con Andrea, el personaje fue tomando forma.

 

¿La toma de postura social fue algo natural? Es decir, ¿la historia se los pidió o ya lo tenías definido desde el momento en que pensaste en el personaje?

MB: Yo creo que inconscientemente había algunos indicios de lo político y quizá eso estaba marcado un poco por la historia de la Tania y las referencias que se hacen a su historia familiar. Y lo politizada que se ve la ciudad. Es decir, estaba ahí. Lo que pasa es que a mí me gusta mucho pensar en hacer las películas como un proceso porque, incluso en el rodaje y la edición, la escritura continúa. Creo que es más bien ir descubriendo que la película va sobre eso.

 

Pensando en los países latinoamericanos, en donde la guerra es parte de su historia, ¿fue sencillo interpretar a una guerrillera?

AC: Mira, sí fue súper interesante acercarme un poquito más a conocer lo que pasó aquí en Bolivia, pero, sobre todo, a mí lo que me atrajo y en lo que más me centré fue en la parte íntima. En la parte de la película dentro de la película, me interesaba más tratar de acercar a Eugenia a los rasgos más íntimos y personales de Tania, no tanto así a la guerrillera, sino a la persona que estaba atrás de la guerrillera. Y creo que Eugenia se ve muy identificada con Tania porque le pasa lo mismo. Es como asumir un rol que la sociedad espera de ti.

 

En la película le lanzan a Eugenia la frase "si no tiene hijos, entonces no es mujer". ¿Creen ustedes que lo personal termina siendo político?

MB: Sí, totalmente, y ahí creo que la película también explora esa tensión que hay entre lo privado y lo público, lo político micro y lo político macro. A mí me interesa mucho el aspecto político en las relaciones íntimas, dentro de la familia, las relaciones de poder en los círculos más pequeños y cómo eso puede de alguna forma resonar a nivel de sociedad.

 

¿Les gustaría decirle algo al público de la ciudad de México?

AC: Creo que aprovecho para invitarlos: es una bonita oportunidad para ver cine latinoamericano, cine boliviano que sé que no es muy frecuente allá. Creo que a partir del cine podemos ver que somos países con muchas cosas en común y creo que es una linda oportunidad para acercarse a Bolivia.