Martes 30 de Octubre de 2018

Exponen la simbiosis melodramática de los hermanos Kinoshita en clase magistral

 

 

 

"Es importante mencionar la presencia de Chûji Kinoshita. En este ciclo de cine no es únicamente ver la imagen de su hermano, sino también oír la música del hermano menor", afirmó en clase magistral Hiroyuki Kitaura, doctor especialista en cine japonés de la posguerra. "Es un poco difícil decir desde dónde empieza justamente lo que hacía Keisuke o Chûji. Es un elemento de combinación".

 

Miembro del Robert and Lisa Sainsbury Fellowships del Instituto Sainsbury para el Estudio del Arte y la Cultura Japonesa, Kitaura impartió la clase el sábado 27 de octubre de 2018 como parte de la Retrospectiva Keisuke Kinoshita: un ciclo que exhibe, desde el 23 de octubre hasta el 4 de noviembre, doce películas del director japonés en la Cineteca Nacional.

 

Chûji Kinoshita se encargó de musicalizar la mayor parte de las películas de Keisuke con géneros tan diversos como vals lírico, chanson, canciones de marcha, jazz, flamenco y música popular de diferentes épocas. Según Kitaura, la variedad musical del compositor "hace que los efectos melodramáticos de su hermano aumenten notablemente".

 

El ponente demostró dicho resultado con un breve análisis de una escena de Mujer (Onna, 1948). Compuesto por una serie de close-ups de una pareja (compuesta por la protagonista y un mafioso que solía salir con ella) intercalados con planos de una banda de música y un coro de niños, el fragmento que eligió Kitaura expone la tensión psicológica de los dos personajes: mientras el hombre sonríe y canta al ritmo de la música, la mujer presenta síntomas de nerviosismo e incomodidad.

 

"La canción se llama Akatombo, que significa 'libélula roja'; es una de las canciones tradicionales japonesas para niños", explicó. "Después de esa escena, el hombre le dice a la mujer que él no fue siempre malo, que él tuvo una infancia en donde también cantaba esa canción. Con esa ternura logra captar la atención de la mujer para que le tenga lástima".

 

La clase también abarcó un repaso cronológico por los momentos decisivos de la carrera de Kinoshita, empezando por su comparación inevitable con Akira Kurosawa, su contemporáneo. "Las características de las películas de los dos están en polos opuestos", comentó. "Kinoshita es una explosión emotiva de un tono maternal, mientras las películas de Kurosawa expresan una vitalidad innata, salvaje. Por esto, en Japón se conoce a Kinoshita como 'el tierno' y a Kurosawa como 'el rudo'".

 

A pesar de que históricamente se les recuerde como rivales, ambos mantuvieron una relación amistosa y de admiración mutua. Los cineastas colaboraron en 1948 en Shozo, un largometraje que el director de Los siete samuráis (Shichinin no samurái, 1954) escribió para Kinoshita. De acuerdo con el profesor, este último esperaba que el guion de su colega contara con la agresividad que caracterizaba a sus películas; sin embargo, Kurosawa hizo una historia más amable pensando en el estilo del director.

 

Kinoshita terminó satisfecho con la colaboración porque, aunque el libreto no era lo que esperaba, Kurosawa hizo grandes aportes técnicos a la película: su concepción del espacio en el encuadre, más adecuada al cine de samuráis que al melodrama, contrastaba con la manera sencilla de filmar del primero.

 

Su obra fue en declive durante los años sesenta debido al auge de la clase media en su país. "Cuando ya cambia la situación social y económica de la gente, este tipo de contenidos emotivos, sentimentales, ya no son tan demandados", afirmó Kitaura. Mientras las salas de cine optaban por la violencia y el sexo que no podía transmitirse públicamente, las comedias familiares y los melodramas fueron relegados a la televisión, industria que terminó por adoptar las próximas producciones del autor japonés.

 

Hiroyuki Kitaura destacó que el ciclo de la Cineteca Nacional forma parte de una revaloración del cine de Kinoshita que ha ocurrido internacionalmente desde 2012, cuando Shochiku -la productora donde el director trabajó hasta 1964- conmemoró los 100 años de su natalicio con el lanzamiento de la colección completa de sus películas. La Retrospectiva Keisuke Kinoshita se presentará en la Cineteca Nuevo León a partir del 30 de octubre.