
Viernes 25 de Enero de 2019
Roberto Fiesco reconoce en Cineteca al instante y al recuerdo como constantes de su obra
· En la segunda sesión de Conversando con nuestros cineastas, el director habló con Juan Antonio de la Riva sobre su trabajo en cortometrajes.
“Las personas tenemos recuerdos en la vida de instantes maravillosos. A lo mejor el gran amor de nuestra vida fue alguien a quien vimos un día en el metro durante cinco segundos, nos pareció la persona más fantástica y ni siquiera le dirigimos la palabra, y ese recuerdo se va a quedar con nosotros hasta la muerte” respondió Roberto Fiesco a la pregunta sobre los encuentros irrepetibles que hay en cada uno de sus trabajos durante la segunda sesión de Conversando con nuestros cineastas que se llevó a cabo el 24 de enero de 2019 en sala 4 de Cineteca Nacional.
La pregunta surgió en el público después de la exhibición de seis cortometrajes del director: David (2005), Paloma (2008), Photomaton (2018), Estatuas (2013), Fisuras (2016) y Trémulo (2015). Trabajos donde sus personajes viven de aquellos instantes extraordinarios que, a dolorosa conciencia, aceptan que probablemente jamás se vuelvan a repetir.
“Mucho del punto de partida tiene que ver con el espacio. Los personajes están encerrados en un lugar” comentó Fiesco sobre la concepción de sus historias y cómo construye los escenarios para confrontar a sus protagonistas. “El reflejo de las personas en espejos muchas veces retrata los momentos de mayor verdad.”
El también realizador Juan Antonio de la Riva, quien moderó la conversación, expresó su fascinación por el mosaico temático y cinematográfico dentro del grupo de cortometrajes que se proyectaron, desde los elementos matriarcales y las complicadas relaciones con los hijos, la sexualidad de los jóvenes, hasta las claras referencias al cine mexicano de antaño.
En el universo cinematográfico de Fiesco, director y productor mexicano, los personajes pertenecen a los actores que los representan; los temas sobresalen una y otra vez porque sus protagonistas no los han dejado atrás. “Es un poco un leitmotiv, la idea del encuentro efímero y que tiene que ver con el lado soleado de la calle” explicó el cineasta sobre la sutil felicidad que envuelve su trabajo, que evita ser opacado por elementos sórdidos no obstante el tema pueda ser denso por sí solo.
En el público surgió la observación sobre la política en el cine de Roberto Fiesco, específicamente en el personaje del soldado en Fisuras y Trémulo. “Sí hay una conciencia social: a fin de cuentas, el soldado es un hijo y ese hijo tiene una madre, y casi no se toca el tema de la homosexualidad en el ejército. Me parece que Trémulo es una alternativa a un escenario menos desalentador, pero tampoco se trata de hacer maniqueos.”
Conversando con nuestros cineastas continúa el jueves 31 de enero a las 18:00 horas con el estreno de Nadie sabrá nunca, del director Jesús Torres Torres (México, 2018). La entrada será libre solicitando cortesías en taquilla 5.