Lunes 15 de Junio de 2009

Injusticia, racismo e impotencia bajo la lupa de Lucía Gajá

En 1999, una joven mexicana en busca de mejores oportunidades de vida cruza la frontera, con la ilusión a cuestas, sin sospechar que el tan anhelado sueño americano se convertirá en su peor pesadilla, cuyo desenlace la confinará a pasar la vida entera tras las rejas. La situación de Rosa, una de tantas mujeres migrantes recluidas injustamente en cárceles norteamericanas, carente de papeles, de educación, de derechos, discriminada por una sociedad y un sistema eminentemente racista, es el eje narrativo de Mi vida dentro, ganador de numerosos reconocimientos nacionales e internacionales como el premio al mejor documental en el Festival de Morelia 2007 y el premio de Derechos Humanos al mejor documental en el Festival Internacional de Buenos Aires en 2008.

Ante un público visiblemente emocionado que se dio cita el pasado jueves 11 de junio en la sala 4 de la Cineteca Nacional, la directora Lucía Gajá y el productor Rodrigo Herranz, presentaron este desgarrador documental que sigue el proceso penal que vivió Rosa Estela Olvera Jiménez, desde que fue acusada del homicidio de un bebé de 18 meses en 2003 hasta que se le dictó la terrible sentencia de 99 años de reclusión en 2005.

En sesión de preguntas y respuestas, la realizadora se refirió a la génesis del filme que comenzó en el año 2000: "al principio quería hacer un documental de mujeres mexicanas presas en Estados Unidos y pasaron casi cuatro años para que nos dejaran tener acceso a los casos, eso fue lo más complicado, había negativas de todos lados, de la Secretaría de Relaciones Exteriores, de los consulados, de las embajadas, y siempre nos decían que iba a ser muy complicado, que en las cárceles no nos iban a dejar filmar, que las mujeres no iban a querer dar su testimonio".

Con respecto a Rosa, la protagonista del documental, Lucía comentó que conoció casi a 25 mujeres que se encontraban en una situación similar, sin embargo, Rosa era la única que cumplía con el perfil que ella buscaba: "era una mujer joven que se había ido a Estados Unidos sola y era la única que no había sido sentenciada, lo que nos permitió estar más cerca del proceso judicial. Cuando decidimos escogerla como personaje del documental, no sabíamos que íbamos a tener acceso a juicio, eso nos parecía imposible, pero las cosas se fueron dando y la verdad no teníamos idea de lo que iba a pasar en el juicio, que la iban a declarar culpable y por tanto tiempo, eso es lo que sucede en los documentales, las historias se van desarrollando mientras uno va filmando".

Al ser cuestionada sobre si el documental ha generado algún tipo de reacción que ayude al caso de Rosa, la realizadora lamentó que en este sentido la respuesta no haya sido la esperada, sin embargo, mencionó que "lo más importante que ha sucedido es que el año pasado cuando el documental se presentó en el Festival de Tribeca en Nueva York, lo vio una activista social que trabaja mucho con presos inocentes y desde entonces ha estado muy involucrada en el caso y ha metido más abogados; Rosa tiene una abogada que se especializa en abrir casos que ya están sentenciados a partir de la revisión del juicio, de argumentar que no es un juicio justo y a partir de eso llevarlo a la Suprema Corte de Justicia y tratar de reabrir el caso y no esperar hasta el 2035".

Mi vida dentro se exhibe en Cineteca Nacional durante el mes de junio.

Orianna Paz

Cineteca Nacional