Miércoles 31 de Mayo de 2017

La música en el cine de Stanley Kubrick fue definida como una hazaña cultural única en su tiempo

 

 

 

"2001: Odisea del espacio es un viaje filosófico, intangible, misterioso y metafórico. Un relato musical en donde la banda sonora juega un papel fundamental en el entendimiento de las imágenes", afirmó Sergio Raúl López la tarde del martes 30 de mayo durante la penúltima sesión del ciclo Descubriendo a Kubrick, la cual versó precisamente sobre la proeza técnica y artística que representó la musicalización en la filmografía del cineasta estadounidense.

Una sinfonía de imágenes acompasadas. El empleo de la música de concierto en el cine de Kubrick se tituló la charla impartida en la Cineteca Nacional por el Subdirector Editorial de la revista Cine Toma y colaborador en publicaciones como El Financiero, National Geographic, Chilango y Canal 22. En esta ocasión, el público de la Sala 4 Arcady Boytler tuvo la oportunidad de analizar la obra del afamado realizador a través de una perspectiva enteramente musical. 

"El cine es un fenómeno popular donde la música y los sonidos tienen un peso muy importante", señaló el periodista al hacer evidente la apropiación cultural de Kubrick al insertar música de concierto como la de Strauss, Beethoven y Rossini en un espectáculo masivo como lo es el séptimo arte. "Es muy valioso que el cine de terror o de suspenso, como el de este cineasta, haya abierto las puertas a las vanguardias musicales", añadió.

De esta manera, López profundizó en el impacto cultural que representó la hazaña musical de dos de sus filmes más populares: Naranja mecánica (A Clockwork Orange, 1971) y 2001: Odisea del espacio (2001: A Space Odyssey, 1968): "Kubrick y la compositora Wendy Carlos le otorgan una notoriedad muy distinta al sonido en estas producciones; lograron popularizar la música contemporánea mediante el cine".

"Kubrick fue un maestro en la creación de imágenes en movimiento", declaró el especialista, quien abordó una de las prácticas predilectas del artista: la adaptación de obras literarias a la pantalla grande. Al mencionar el caso de 2001: Odisea del espacio, destacó la inusual decisión de adaptar Así habló Zaratustra (Also sprach Zarathustra), de Friedrich Nietzsche, utilizando como vehículo y enlace únicamente la pieza musical homónima de Richard Strauss.

En la charla también fue examinada Naranja mecánica, una de las obras más controversiales de este célebre director. "En esta película, los clásicos son reinterpretados con música electrónica de sintetizadores; llevar esa moda progresiva a una obra ambientada en el futuro fue un acto muy osado y memorable", señaló el crítico de cine e invitó al público a volver a mirar sus obras, ahora con conciencia de su riqueza multireferencial.

Para concluir su ponencia, Sergio Raúl López detalló la manera en que el uso de estas piezas musicales en el cine de Kubrick se convirtió en un emblema continuamente utilizado en la cultura popular volviéndolas parte del imaginario colectivo. Agregó que "entender cómo es que un director podía hacer una adaptación musical con tanta maestría es un enigma que sólo les pertenece a los grandes creadores".

La última sesión del ciclo de conferencias Descubriendo a Kubrick se llevará a cabo el próximo martes 6 de junio en punto de las 18:00 horas y se titulará "The Killing, en los márgenes de la censura". La entrada será libre solicitando las cortesías de acceso en la taquilla 5 de la Cineteca Nacional.

AGO

 

AUDIO: SERGIO RAÚL LÓPEZ