Viernes 27 de Octubre de 2017

Adolfo Castañón compartió el México de Alfonso Reyes con el público de la Cineteca Nacional.

 

 

Después de 20 años de trabajo, y tras recibir el proyecto de manos de Carlos Monsiváis en 1975, el ensayista y miembro de la Academia Mexicana de la Lengua, Adolfo Castañón, le da la oportunidad al lector mexicano de asomarse al pensamiento de Alfonso Reyes, uno de los autores más citados en toda la literatura hispanoamericana, a través de una antología critica de dos tomos.

 

Como parte del ciclo Los clásicos de la Academia van al cine, el pasado 25 de octubre se presentó Visión de México en la Sala 4 Arcady Boytler de la Cineteca Nacional. La presentación estuvo a cargo de Alejandro Higashi, investigador y catedrático mexicano y el autor de la antología, a quien Higashi describió como "el mejor conocedor de Alfonso Reyes".

 

La publicación constituye el segundo tomo de la colección "Clásicos de la Lengua Española", editada por la Academia Mexicana de la Lengua, y que abarca desde el Cantar de mio Cid hasta El águila y la serpiente de Martín Luís Guzmán.

 

Antes de iniciar la ponencia, Alejandro Higashi dedicó la sesión a la memoria de Álvaro Matute, historiador mexicano, quien fue "el creador de la idea junto con Ana María Matute, su hija, y quienes trabajaron para que estemos aquí el día de hoy y en otras sesiones posteriores", agregó.

 

Alejandro Higashi argumentó la importancia de la obra ya que "nutre y amplia lo que para nosotros serían los clásicos de la lengua española". En Visión de México, el lector podrá encontrar una historia de México desde la época prehispánica, pasando por la colonia, hasta la llegada de la Revolución Mexicana reconstruida en cada uno de los textos de Reyes.

 

Por su parte, Castañón explicó los inicios del proyecto y su llegada a éste: "Yo empecé a leer a Reyes en 1975 gracias a Carlos Monsiváis, quien llevaba el suplemento de la cultura en México y que nos repartió a los monstruos sagrados para que nos enfrentáramos a ellos".

El autor de la obra dijo que más que estar presentando un libro, presenciaba un acto en el que él entregaba las llaves de la Visión de México, pues le llevó más de 20 años culminar una edición "intensamente anotada que hace dialogar a Reyes consigo mismo y con la cultura mexicana", aseguró.

Después de la presentación del libro, se proyectó la película ¡Que viva México! (1932), proyecto no terminado de Serguei Eisenstein. "Reyes compartía con el maestro de la escuela fílmica soviética algo que Eisenstein dice en sus memorias, la idea de que México no es un país o no sólo es un país, sino que México es una especie de enfermedad que se contrae precozmente", finalizó Adolfo Castañón para contextualizar la proyección del filme.