
Lunes 23 de Julio de 2018
Juan Pablo Villaseñor explicó el contexto socioeconómico que inspiró Espérame en otro mundo
El regreso al cine de ficción de Juan Pablo Villaseñor, Espérame en otro mundo (2007), pudo exhibirse nuevamente el 19 de julio pasado. Seguida de una charla con el autor, esta exhibición de una familia mexicana de clase media y su búsqueda por la felicidad se encontró con el público de la Sala 4 Arcady Boytler de la Cineteca Nacional como parte del ciclo de conferencias Conversando con nuestros cineastas.
Acompañado por el también cineasta mexicano Juan Antonio de la Riva, Villaseñor señaló que su película puede recibir dos lecturas distintas: la búsqueda de la felicidad y las repercusiones psicológicas en la clase media en México después de la crisis económica de 1994.
De acuerdo con el realizador, cuando el principal motor de un Estado es la economía y ésta se desequilibra, "arrastra a una sociedad que va cayendo en un desasosiego permanente". Por ello, después de la mencionada crisis, "la clase media se proletarizó, la gente se quedó endeudada; hubo gente que no pudo seguir pagando su casa, gente que se suicidó" y esto terminó por repercutir a la sociedad y particularmente a la familia.
Inspirado por textos de divulgación científica y de neurociencia. Villaseñor encontró que "el cerebro es un abismo, un mundo desconocido". De ahí se valió para retomar el Síndrome de Korsakoff en la película, el cual "es ocasionado por el alcohol o bien por la presencia de un tumor o un accidente en el cerebro". "Las personas que lo padecen empiezan a perder toda relación con el mundo cercano y son como náufragos en el espacio y el tiempo", explicó.
En ese sentido, Juan Antonio de la Riva apuntó que el tratamiento de los personajes femeninos en la narración ayuda a enfatizar la sensación de crisis, a lo que el autor de Los niños de Morelia (2004) respondió: "lo femenino es más sensible a la vida, a los lazos afectivos. Yo siento más el pulso del tiempo a través de la mujer".
Sobre su etapa formativa relacionada con el cine, Villaseñor afirmó que su educación "del campo, de lo ecológico, de la tierra" viene del cine de Emilio Fernández. "Mi relación con lo urbano viene de Alejandro Galindo y, desde el punto de vista ontológico del ser mexicano, no conozco mejor película que Mecánica nacional (Luis Alcoriza, 1972)", continuó.
Conversando con nuestros cineastas continuará su ciclo de julio dedicado a Juan Pablo Villaseñor con la proyección de Canciones para un amigo (2011) el próximo jueves 26 de julio. La entrada a la película y a la charla es gratuita; las cortesías de acceso se reparten en la taquilla 5 de la Cineteca Nacional.