Viernes 05 de Octubre de 2018

Roberto Fiesco, Armando Casas y Juan Antonio de la Riva discutieron en torno a la obra de Jorge Fons

 

 

 

Reunidos en torno a la filmografía de cortometraje de uno de los íconos del Nuevo cine mexicano, Armando Casas, Roberto Fiesco y Juan Antonio de la Riva inauguraron, el jueves 4 de octubre en la Sala 7 de la Cineteca Nacional, el nuevo ciclo de Conversando con nuestros cineastas dedicado a Jorge Fons.

De acuerdo con Armando Casas, desde el primer trabajo del director de Rojo amanecer (1989) se ve una sensibilidad en la dirección de actores, el dominio de la vena popular y en la complejidad moral de sus personajes. "Uno de los principales valores del cine de Jorge Fons en su conjunto es la ironía, o sea, él jamás se hace el chistoso. Está en la vena popular, pero no está vulgarizando nada", afirmó después de la proyección de los cortometrajes La sorpresa (1968), Caridad (1972) y La cumbre (2003).

Caridad, parte de la película antológica Fe, esperanza y caridad (Luis Alcoriza, Alberto Bojórquez y Jorge Fons, 1974), se estrenó durante el resurgimiento del cine mexicano gracias al apoyo estatal. Para Juan Antonio de la Riva, manifiesta una posición ideológica respecto al país y la lucha de clases, en donde un acto aparentemente inofensivo de una burguesa desata una tragedia en una familia de escasos recursos.

"Fons lo conceptualiza en la escena donde Pancho Córdova está en la celda; hay un letrero que dice: 'En esta cárcel maldita en donde reina la tristeza no se castiga el delito, se castiga la pobreza'", comentó el director.

La sorpresa, su primera obra, también pertenece a un largometraje compilatorio: Trampas de amor (codirigido por Tito Novaro y Manuel Michel en 1969). En ella, una vez más, se confronta la moralidad de la pequeña burguesía mexicana con la clase popular.

Según Roberto Fiesco, la dirección en La sorpresa es incipiente: parece demasiado preocupado por dónde poner la cámara. El ponente atribuyó esta carencia a que Trampas de amor fue coproducida por Estudios América, una productora de mucho menor presupuesto que los Estudios Churubusco en ese entonces.

Para concluir, Fiesco recordó algo que le dijo Arturo Ripstein sobre el director de El callejón de los milagros (1995): "Ese pinche negro de Jorge Fons por lo menos tiene 40 espléndidos minutos en su filmografía, cosa que no todos podemos desarrollar".

Conversando con nuestros cineastas continuará con la retrospectiva de Jorge Fons el próximo jueves 11 de octubre con la proyección de Los albañiles (1976), comentada por el propio director. Entrada libre: las cortesías se entregarán en la taquilla 5 de la Cineteca Nacional.