Viernes 30 de Noviembre de 2018

Juan Arturo Brennan sobre la carrera musical de Bernard Herrmann

 

·         La Cineteca Nacional ofreció una conferencia en donde se habló sobre los inicios de Herrmann y su importante colaboración con Hitchcock

 

Para acompañar la exposición Hitchcock, más allá del suspenso, el guionista y crítico musical Juan Arturo Brennan realizó una conferencia en torno a la música en el cine, en particular sobre las películas del célebre director londinense Alfred Hitchcock, quien se legitimó con una filmografía que supera los 50 títulos. La charla ocurrió el martes 27 de noviembre de 2018 en la sala 4 de la Cineteca Nacional.

Como introducción, Brennan realizó un recorrido histórico en donde explicó las condiciones bajo las cuales se consolidó la música de Hollywood durante finales de los años treinta, en donde llegaron a Estados Unidos músicos europeos que se habían visto forzados a abandonar sus países de origen por culpa de Adolf Hitler y la guerra. “Hubo un éxodo de compositores notables nacidos entre el último par de décadas del siglo XIX, que ya tenían una carrera consolidada”, explicó.

Dicha situación llevó a la industria a apropiarse de las tradiciones de la música austro-germana y rusa que traían los artistas exiliados. Acostumbrados a componer sinfonías, conciertos y sonatas para piano, encontraron en Hollywood el medio perfecto para exponer el lenguaje sinfónico descriptivo, convirtiendo a Los Ángeles en la casa de grandes personajes como Max Steiner, Dimitri Tiomkin, Erich Wolfgang Korngold, Miklós Rózsa o Franz Waxman.

“En la primera generación importante de compositores destacados de música de Hollywood no había ni un solo americano”, resaltó Brennan. Gracias a esta proliferación de músicos, Bernard Herrmann llegó al mundo cinematográfico; el compositor y director de orquesta estadounidense saltó a la fama gracias a su colaboración en la radio con Orson Welles, para quien compuso varias sinfonías radiofónicas, como la utilizada para La guerra de los mundos (The War of the Worlds, 1938).

Gracias a su talento en la radio, Herrmann llegó a la pantalla grande de la mano de Welles en 1941. “Empezó con El ciudadano Kane (Citizen Kane, 1941) y concluyó componiendo la música para Taxi Driver (Martin Scorsese, 1976). No está mal como karma para el mas allá, ¿no?”, declaró Brennan entre risas.

“Una de las características fundamentales de Herrmann en el contexto en el que nació creció, se preparó y llegó a la industria del cine es que, aunque no fue el primero ni el único, sí fue el que mejor entendió la idea de que en las partituras para cine no sólo era válido, sino era indispensable, mandar a volar el concepto de la orquesta sinfónica de formación tradicional y empezar a experimentar con ensambles diferentes”, puntualizó.

Herrmann se consideraba a sí mismo como un compositor neorromántico y veía en la música la forma más personal y emotiva de expresarse, inspirando cada una de sus composiciones en la poesía, el arte y la naturaleza.

Fue gracias a estas cualidades que el compositor recibió diversos galardones a lo largo de su vida, por cintas como Todo lo que el dinero puede comprar (All That Money Can Buy, William Dieterle, 1941), que le valió el Oscar en la categoría de Mejor música, o Taxi Driver (1976), cinta con la que ganó el BAFTA.

La charla continuó con el análisis de la participación de Herrmann en la obra de Alfred Hitchcock, con quien colaboró en películas como De entre los muertos (Vertigo, 1958), Psicosis (Psycho, 1960), Intriga internacional (North by Northwest, 1959), El hombre equivocado (The Wrong Man, 1956), Los pájaros (The Birds, 1963), Quién mató a Harry (The Trouble with Harry, 1955) o La cortina rasgada (Torn Curtain, 1966), misma que marcaría el final del equipo Hitchcock-Herrmann. “Después de que Herrmann se fue, Hitchcock ya no filmó ni una sola película realmente importante”, comentó Brennan.

A pesar de que la colaboración terminó bruscamente, ambos dejaron una huella en el cine. “Con ningún otro músico trabajó tanto”, agregó Brennan, quien concluyó la charla con una cita del ideario estético musical cinematográfico del compositor norteamericano: “El siglo XXI no estará interesado en nuestra pintura, nuestra literatura o en nuestra arquitectura tanto como en nuestras películas, porque el cine es la primera forma de arte verdaderamente original del siglo XX”.