Viernes 30 de Noviembre de 2018

Discuten la educación cinematográfica temprana en la Cineteca Nacional

 

·         La embajada de Francia en México y la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas llevaron a cabo una plática sobre el sistema educativo cinematográfico de Francia

 

·         Brigitte Sztulcman, Ludovic Bonleux y Gabriel Rodríguez reflexionaron sobre el impacto que tendría el uso del sistema en México

 

Desde la perspectiva de los docentes en la sala 4 de la Cineteca Nacional, la mera idea de la implementación del cine como suplemento educativo en el sistema mexicano es, por decir lo menos, lejana. “Nosotros nos pagamos nuestras propias capacitaciones y nos es difícil acceder a insumos o recursos para apoyo en el aula”, comentaba una profesora mexicana de educación media superior.

La inquietud surgió en el Conversatorio: cine y educación, que se llevó a cabo el 29 de noviembre de 2018, organizado por la Embajada de Francia en México y la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC) para hablar sobre la variedad de efectos positivos que tiene el cine como materia en la formación de los estudiantes desde preescolar hasta bachillerato.

La conferencia fue impartida por la miembro de la dependencia “Escuela y Cine” y “Secundaria en el cine” en el Centro Nacional del Cine y de la Imagen Animada (CNC), Brigitte Sztulcman; el documentalista y animador Ludovic Bonleux, y el profesor de Sociología del cine en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, Gabriel Rodríguez, moderados por Clémentine Mourão-Ferreira, agregada de Cooperación Audiovisual del Instituto Francés de América Latina (IFAL).

El CNC ha puesto en práctica el programa “Escuela y Cine” en Francia desde los años noventa y sus resultados van desde brindar al alumno los medios para crecer y desarrollar competencias y cualidades como la sensibilidad, la creatividad, el pensamiento crítico y el sentido de identidad. El reto es desarrollar una cultura artística y cinematográfica desde temprana edad. “No se trata de educar pequeños cineastas, sino de construir al niño, ayudarlo a crecer y a desarrollar su sensibilidad hacia el arte”, dijo Sztulcman.

El programa conlleva cuatro etapas: la selección de películas del catálogo del Instituto Francés; la capacitación de docentes, que es impartida por profesionales en pedagogía cultural y educación artística; el trabajo en clase, que comprende la enseñanza teórica, y las proyecciones para alumnos, las cuales cuentan con la presencia de promotores y talleristas de disciplinas audiovisuales, cuya labor se enfoca en explicar las especificidades de la película y de la sala de cine, para cerrar con una mesa de debate donde los niños expresan libremente su pensar.

“El objetivo, por supuesto, también es el de conocer una sala de cine, así como adecuarse al código de conducta que exigen los complejos, como lo es no hablar durante la función”, explicó Sztulcman, quien remarcó también la importancia de mostrar cine de autor a los jóvenes para que su nivel apreciativo no sea paliado por el cine convencional de Hollywood.

Por su parte, Gabriel Rodríguez destacó la importancia del cineclubismo en México como método de difusión cultural y de apoyo educativo; así como la labor docente a la hora de curar el catálogo de películas que potencialmente podrían ver los alumnos. Subrayó su admiración por la sistematización de la educación de cine en Francia, comparado con lo difícil que supondría acceder a catálogos y acervos para fines educativos en México.

Ludovic Bonleux habló sobre su trabajo en el Liceo Franco Mexicano A.C. a nivel primaria, secundaria y preparatoria, donde se ha implementado la educación cinematográfica con talleres y mesas de debate con realizadores y profesionales del medio. “Convencer a las instituciones sobre el uso del programa en México haría un impacto positivo en la economía del país”, comentó.

Dentro del catálogo de películas incluidas en el programa francés, se encuentran tres filmes mexicanos: Alamar (2009), de Pedro González-Rubio, Norteado (2009), de Rigoberto Pérezcano, y La jaula de oro (2013), de Diego Quemada-Diez. Otros filmes en la lista incluyen Los cuentos de la noche (Les contes de la nuit, 2011), de Michel Ocelot, para niños de preescolar; Las cuatro estaciones de Léon (Les quatre saisons de Léon, 2013), de Pierre-Luc Granjon, para niños de 1º y 2º de primaria; Día de fiesta (Jour de fête, 1949), de Jacques Tati, para niños de 3º y 4º de primaria; Le Havre (2011), de Aki Kaurismäki para secundaria y Los 400 golpes (Les quatre cents coups, 1959), de François Truffaut, para bachillerato.

“La finalidad no es que a los niños les guste la película de primera mano, sino que sepan dónde buscar otro tipo de obras”, apuntó Sztulcman, quien motivó a los asistentes a que no abandonen la idea de utilizar el cine dentro del aula, ya sea como apoyo educativo o como suplemento cultural.