Viernes 06 de Junio de 2025

TREINTA AÑOS DE CINE MEXICANO: UN MUNDO RARO Y SU MIRADA CRÍTICA A LA TELEVISIÓN DEL NUEVO MILENIO

En el marco del ciclo Treinta Años de Cine Mexicano que tiene lugar en la Cineteca Nacional de las Artes, el pasado martes 27 de mayo tuvimos el honor de recibir al director Armando Casas, acompañado por los actores Ana Serradilla y Emilio Guerrero. La triada mexicana se dio cita en el recinto de Churubusco para compartir procesos y reflexiones en torno a Un mundo raro (2000), largometraje de ficción que fue parteaguas para sus carreras.

Con entusiasmo, Casas nos relató cómo esta película fue filmada hace ya 25 años y, con el tiempo, se ha convertido en un clásico del cine mexicano. Recordó los inicios y participación de la cinta  en ciclos estudiantiles, festivales de cine y su entrañable presencia de en la programación de Cineteca Nacional.

A propósito del proceso de audición, el realizador comentó que fue complicado encontrar a alguien dispuesto a interpretar el personaje que finalmente encarnó Emilio Guerrero. Por su parte, el actor aseguró que, aunque fue un papel difícil, confió en el trabajo colectivo para la construcción de su personaje y su desarrollo histriónico.

Por otro lado, Ana Serradilla recordó con especial cariño su interpretación en la película, en la cual desarrolló su primer papel estelar. Confesó que grabar esta película le generó mucho temor, pues no quería quedar encasillada en roles arquetípicos. Le preocupaba que el personaje pudiera hacer que el público pensara que ella era superficial, ya que ella, quería construir una carrera seria y con propósito.

Ninguno de los tres había vuelto a ver la película en 25 años, y hoy se sienten orgullosos del trabajo que realizaron. Reconocen su importancia como producto cultura que reunió a un poderoso equipo. Por ejemplo, Alejandro Cantú fue el director de fotografía y, desde entonces, ha tenido una notable trayectoria profesional. Por su parte, Jaime Baksht realizó la mezcla de sonido, y su trabajo fue impecable. Sin contar la aparición en pantalla del prolífico pensador mexicano Carlos Monsiváis.

Filmada en 35mm, Un mundo raro es también un poderoso aparato crítico sobre la televisión mexicana “del nuevo milenio”. Denuncia la cosificación de la mujer y expone el racismo que se vivía en los medios. Armando Casas reveló que, aunque no sea evidente, algunas de las construcciones dramáticas de la cinta están inspiradas en Shakespeare. Cada personaje fue concebido con una profundidad significativa.