MUESTRA INTERNACIONAL
DE CINE

¿Cuál es la importancia de la Muestra en una época donde el cine se desborda en una infinidad de pantallas, festivales y plataformas digitales? ¿Qué tiene de especial esperar este evento cuando el espectador tiene al alcance de su mano un gran abanico de posibilidades para satisfacer su hambre visual al instante? Para responder estas preguntas, es necesario mirar hacia atrás y observar el trayecto recorrido a lo largo de ya casi cincuenta años de Muestra. En el camino encontraremos a los grandes autores y a los hoy llamados clásicos que en su momento no concebían el legado que heredarían a la historia del cine. Sin embargo, el ejercicio de la memoria nos debe hacer pensar también en todos aquellos boletos adquiridos, en esas butacas ocupadas, en esos ojos atentos a la proyección. En la historia de la Muestra han desfilado grandes obras cinematográficas, es cierto, pero también grandes cinéfilos que, edición tras edición, han hecho con ella un serio compromiso. La respuesta a las interrogantes enunciadas al inicio es, entonces, que la Muestra es ante todo una tradición.