Jueves 18 de Julio de 2019

Paisà, de Roberto Rossellini, fue proyectada como parte de las Charlas de cine y literatura del INBA

·         Alonso Ríos conversó sobre una de las obras claves para comprender el neorrealismo italiano

 

El lunes 15 de julio, el ciclo del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) Charlas de cine y literatura proyectó Paisà (1946), el clásico de Roberto Rossellini, en la sala 4 de la Cineteca Nacional. Durante este mes, este espacio ha sido dedicado a películas antológicas y la relación de sus autores con la literatura.

Al finalizar la película, el lingüista y profesor mexicano Alonso Ríos impartió una charla sobre el trabajo de Rossellini y cómo las diversas lenguas italianas influyeron en el movimiento neorrealista que se estaba cimentando con él. Rossellini escribió los episodios en las diversas modalidades del italiano: se perciben acentos y dialectos de cada parte de la bota”, comentó.

Ríos indicó que el realizador italiano construyó sus historias a partir de las diferencias lingüsticas, que no sólo servían como una barrera comunicativa, sino como una forma de definir los escenarios geográficos y sociales en los que se desarrollan los relatos. Esto es más notorio cuando se integran los personajes angloparlantes, quienes subrayan la interferencia verbal que finalmente forma las imágenes de la película.

El ponente, especializado en la lengua italiana y otras variantes que se hablan en el Mediterráneo, señaló la influencia que la literatura romántica tuvo en el cine de Rossellini, especialmente la obra de Alessandro Manzoni, a quien considera un autor que toma sus historias directamente de la experiencia del pueblo. Sin embargo, Manzoni lo hizo desde una perspectiva más bien pesimista, donde cada una de sus narrativas retrata las derrotas de figuras heroicas en las ciudades más icónicas de Italia. Este estado de crisis y agitación es el tono que marcó al neorrealismo.

Entramos a Sicilia, vemos cómo es Nápoles y, finalmente, Roma. Es interesante cómo Roberto Rossellinni logra capturar el sentir de las ciudades, cómo se mueve socialmente Italia”.

Es por esto que, para el lingüista, Paisà, Alemania, año cero (Germania anno zero, 1948) y Roma, ciudad abierta (Roma città aperta, 1945) son las películas que modelaron el neorrealismo, no por sus formas estéticas, sino por la conformación de un discurso político específico que aun ahora podría encontrarse en la obra de cineastas de todo el mundo.