Jueves 08 de Agosto de 2019

La prostituta en el cine urbano mexicano: tema inaugural de “Nuevas reflexiones sobre cine mexicano”

 

·         La doctora en Historia Adriana Fernández inició este nuevo ciclo de charlas con un análisis de Aventurera

 

En la primera sesión de Nuevas reflexiones sobre cine mexicano, el nuevo conversatorio de los lunes en Cineteca Nacional, Adriana Fernández reflexionó sobre el papel de la prostituta en el cine mexicano con base en la película Aventurera (1949). La doctora en Historia por la Universidad Iberoamericana y crítica de cine en el periódico Reforma se dio cita con el público de la Cineteca el pasado 5 de agosto de 2019.

La película, dirigida por Alberto Gout, escrita por Álvaro Custodio y protagonizada por Ninón Sevilla, narra la historia de Elena Tejero, quien se enfrenta a varias dificultades que la llevan a trabajar en un burdel ante el repentino abandono de su madre y suicidio de su padre. “Fue la película que hoy por hoy conocemos como icónica del género del cine arrabalero o de cabaré”, aseguró Fernández.

Para el análisis de la cinta y de la figura de la prostituta, la académica hizo referencia a los inicios del cine sonoro en México, pues, para ella, la entrada de la temática ocurrió con Santa (Antonio Moreno, 1932), la adaptación de la novela de Federico Gamboa, y La mujer del puerto (1934), de Arcady Boytler, cintas en las que el personaje de la ramera adquiere diferentes dimensiones.

“Santa no goza con su oficio: es una prostituta que contradictoriamente es una santa. Una vez pasada esta etapa, la siguiente gran prostituta que tenemos en el cine mexicano es la de La mujer del puerto. Aquí la prostituta ya no es una santa, no es puritana; es una vampiresa”, destacó.

De esta forma, el cine de cabaré retoma las figuras de la prostituta abnegada, la femme fatale y la vampiresa para construir, a través de la sensualidad de actrices como Ninón Sevilla, una combinación de ambas personalidades. “Vas a tener a mujeres que son ambas, como es el personaje de Elena Tejero en Aventurera… y que, a la par de que se dedican a la prostitución, tienen una cualidad artística, como el canto o el baile”.

Asimismo, Fernández hizo hincapié en ciertas convenciones narrativas en este tipo de cintas. Por ejemplo, indicó que, de los años treinta a los cincuenta, era común que el personaje de la prostituta muriera al final a manera de moraleja y como consecuencia de los controles de la censura.

El ciclo de filmes comentados por Adriana Fernández en Nuevas reflexiones sobre cine mexicano está dedicado a la representación del pecado y la vida nocturna en el cine nacional, y continuará el próximo lunes 12 de agosto a las 18:00 horas con la película Víctimas del pecado (1950), dirigida por Emilio Fernández. Entrada libre.